Guía del Diamante
Características del Diamante ( 4 C’s)
Como para toda cosa escasa, y los diamantes son escasos, vale la regla que productos semejantes casi nunca son de valor igual. Hay que conocer bien estas 4 "C" para determinar el valor relativo de los diamantes.
Quilate (Carat)
Quilates es la medida del peso que tiene un diamante. Muchas veces se confunden los quilates con el tamaño del diamante, pero una cosa no necesariamente tiene que ver con otra. Porque un diamante sea más grande que otro no necesariamente tiene más peso en quilates y por ende más valor.
El peso de un diamante se expresa en quilates. 1ct = 0,2 gramo.

Color (Colour)
El color se clasifica comparando los diamantes con piedras testigo que sirven de patrón bajo una luz artificial normalizada, que equivale a la luz del día procedente del Norte.
Es un factor importante al determinar precio ya que afecta la brillantez y belleza del diamante. Técnicamente mientras más incoloro, más bello y valioso el diamante, ya que la ausencia de color permite que la luz atraviese el diamante y se refleje perfectamente en un arco iris de colores.
Desde la menor coloración amarilla o marrón, hasta la más excepcional rosa, pasando por la azul, la verde y todos los demás colores conocidos como "fancies", todavía es el color blanco invisible que más gusta.
Un diamante sin color deja pasar toda la luz blanca y la fragmenta en arco iris de todos colores sin igual. Los colores se indican solamente para mostrar la diferencia de tonalidades.

Pureza (Clarity)
La mayoría de los diamantes nacen con llamadas "manchas de nacimiento" que se conocen como "inclusiones". Cuanto menos hay, más luz deja pasar el diamante y más bonito será.
El diamante puede reflejar una claridad más excepcional que las demás piedras preciosas.
Un diamante es ”puro a la lupa o sin inclusiones internas” si, después de ser examinado por un experto con una lupa de 10 aumentos bajo condiciones de luz del día, se considera que carece de características internas. Los demás grados de pureza los determinan el tamaño, la posición, el brillo y el número de características internas. Las características externas y los fenómenos de estructura pueden mencionarse como ”señas de identidad” o ”comentarios”. Los grados de pureza más bajos en la escala (indicados por ”p” de ”piqué” (inclusiones grandes o apreciables) se refieren a las inclusiones que pueden ser vistas por un especialista de las graduaciones de color a simple vista.
Es extremadamente raro encontrar un diamante perfecto- aquel que no presenta ninguna mancha, línea, trozos de carbón, o grieta. Las inclusiones (imperfecciones) más comunes, rastros de minerales y fracturas, muchas veces son de tamaños microscópicos. Aunque influyen al ponerle valor al diamante, siempre y cuando no obstaculicen significativamente el paso de la luz a través de la piedra, no afectarán su belleza.
Corte
Muchas personas confunden el corte con el tipo de forma. El corte es el que permite al diamante exteriorizar toda su belleza y éste es determinado por la persona que lo talla y pule hasta transformarlo en la joya que elegimos.
Si el corte tiene buenas proporciones, el diamante refleja mejor la luz, creando más brillo y destellos. En cuanto a la forma del diamante, existen varias y las más comunes son: Brillante, Oval, Marquesa, Corazón, Esmeralda, Pera y Princesa.
El corte se refiere principalmente a los ángulos y proporciones de la piedra. El corte de un diamante se diseña para que refleje la luz internamente en un efecto espejo entre los diferentes “picos”, brindándole brillo y destello a la pieza.
